1. Lavar, remojar las verduras y frutas con vinagre y agua es una buena manera de eliminar bacterias potenciales.
2. Agregue más antioxidantes y alimentos crudos a su plato. Cuantos más alimentos vegetales consumamos, más vivos nos sentiremos.
3. Lea las etiquetas de los alimentos. Para saber lo que estás poniendo en tu cuerpo.
4. Come orgánico, evita pesticidas, fertilizantes y químicos. Especialmente: manzanas, apio, col rizada, espinacas, lechuga, melocotones, fresas, frambuesas, arándanos, pepino.
5. No cuentes las calorías, concéntrate en los nutrientes y sáciate lo suficiente.
6. Evite la sal refinada de sodio. Use sal rosa del Himalaya, contiene oligoelementos valiosos para las funciones corporales, incluidos manganeso, fósforo, potasio y hierro.
7. Evite los aceites refinados como el aceite de palma. ¿por qué? El aceite de palma ha sido uno de los principales impulsores de la deforestación de algunos de los bosques con mayor biodiversidad del mundo, destruyendo el hábitat de especies ya en peligro de extinción como el orangután, el elefante pigmeo y el rinoceronte de Sumatra. Además de eso, no es bueno para tu salud, especialmente para tu corazón, aumenta el riesgo de cáncer y coágulos sanguíneos.
8. Deja de comer gluten y azúcar. Provocan inflamaciones, obesidad y consumen tu energía vital provocando cansancio físico y mental.
Al cambiar tus hábitos, disminuyes el riesgo de enfermedades, obtienes una mejor digestión, tienes más energía, te ves radiante y aumentas tu bienestar y longevidad.
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